VAMPIROS/elección de un cuello

- … Si seguís diciendo que sos un vampiro te vas a terminar convirtiendo en uno.
- Si, lo sé.
- Te recuerdo que vas a necesitar un cuello donde clavar tus colmillos y, lo peor, es que tendrás que decidir quién será el poseedor o la poseedora del mismo… Será un problema, te lo aseguro. Además fijate que…

(¿Le pedirás un análisis de HIV? Oh… seguro que no, no te vas a animar. Luego te quedarás con la duda por años – siglos – hasta que un día te pongan contra una de las paredes de tu inconciencia y te veas en la obligación de hacerte el análisis y vas a ir entrando en estado de pánico y cuando vayas a buscar el resultado- que es el resultado de 10.000 cosas- vas a estar sentado en un colectivo – seguro que será el 39, porque es el que siempre tomás y el único que te lleva a donde querés ir y vas… y vas…y vas y venís y… - déjenme tragar, por favor - Así, en estado de shock, vas a comenzar a abrir lentamente el sobre que contiene los resultados.

Y el miedo es una mano con uñas rojo carmín, que te agarra el cuello).

(…)

- El cuello…¿El cuello de quién?
- ¡No! ¡El mío no! No puede ser mi cuello. Ni yo me atrevería a morderme y a tragar mi propia sangre. Es como diluida en agua… Después te empastillarán hasta que cambies de estado.

(Entonces le mandarás un mensaje a tu ex amor:
- Hola (X) ¿Cómo estás? Me hice los análisis, el resultado es negativo.
- Estoy muy feliz)